Seccionada en relatos cortos, la memoria de Alice Munro nos cuenta lo más íntimo de su querida vida.

 

La cotidianidad del relato en el cuento "A la vista del lago", en el que una mujer busca la dirección de un médico que le ayudaría con sus problemas de memoria, lo que pareciera un recorrido común explorando calles, observando escaparates, jardines, nos sorprende luego con un giro inesperado y un final impactante.

 

Ésa es la fluidez en la construcción de estas historias donde no hay nada simple.

 

El título original del libro proviene de una frase cercana a la escritora canadiense: "Dear life", expresión escuchada desde su infancia y que habla de una cierta resignación placentera por la vida dura, pero querida.

 

Así, conocemos la vida querida de Munro en lo cotidiano de las zonas rurales de Canadá, narrada en relatos breves con una sencillez admirable que vuelve extraordinario lo habitual.

 

"Mi vida querida" es de lo que se trata ser humano: cometer errores, y después perdonarnos: "solemos decir que hay cosas que no se pueden perdonar, o que nunca podremos perdonarnos. Y, sin embargo, lo hacemos, lo hacemos a todas horas".

(Susana Aguilar)