Originario de Bacanora, Sonora, este aguardiente proviene del agave silvestre augustifolia pacífica que crece en la sierra sonorense.
Incoloro y de alta graduación alcohólica, es ideal para tomarlo como digestivo.
Es elaborado desde hace más de 300 años con plantas de entre seis y siete años de edad. Tiene denominación de origen desde octubre del 2000.
Típico de Comitán, Chiapas, proviene del jugo de caña (guarapo) o sus concentrados, como el piloncillo, y se le puede agregar entre un 15 ó 20 por ciento de aguardiente de uva. Durante su maduración en barricas de roble blanco o encino se le agregan pasas o ciruelas pasa.
Similar al mezcal, fue prohibido en el pasado y su producción actual es limitada.
Líquido preparado con el jugo de la caña de azúcar (guarapo), el piloncillo o la melaza que se vuelven aguardiente. Es de color ámbar y se madura en barricas de roble o encino.
Tiene denominación de origen que abarca 16 municipios de Michoacán aledaños a Uruapan. Su producción data desde 1550-1580 y su nombre proviene del cerro ubicado en la parte norte de esta ciudad.
Producto del agave lechuguilla y canela en alcohol, este destilado es originario de Cuautla, Jalisco. Es un mito que sea desecho del tequila o una bebida alucinógena o alterada.
Su aroma y sabor son fuertes y complejos, puede ser seco, ahumado o frutal.
Es una bebida alcohólica incolora y ligeramente ambarina. Típica de Chihuahua, Coahuila y Durango, cuenta con denominación de origen y normatividad para su producción.
Su materia prima es el jugo de "piñas" de agave lechuguilla del norte del País. Se obtiene por fermentación del cogollo (parte baja) del maguey sotol o sereque, el cual crece en la zona de los Tarahumaras.
Editor: Estefani Nava Información: Ángel Rivas