Bebida ceremonial de Yucatán, Quintana Roo y Tabasco, cuya elaboración es todo un ritual. Se prepara con la corteza del árbol Balché, miel de abeja y agua de pozos y cenotes que debe obtenerse en la madrugada.
Este vino maya es utilizado en ceremonias religiosas, sobre todo de la zona lacandona. Solamente la pueden tomar los hombres y una vez al año.
Originario del Sureste (Tabasco, Chiapas, Oaxaca), es una bebida preparada con masa de nixtamal (maíz cocido y molido) batida en agua fría. La versión agria es fermentada, pero hay versiones con cacao y azúcar conocida como chorote o la de vainilla.
Su nombre viene del náhuatl pozolli (espumoso) y es la versión fermentada del taxcalate oaxaqueño.
Bebida alcohólica tadicional de la altiplanicie (Hidalgo, Puebla, Tlaxcala y Estado de México) que surge a partir de la fermentación del aguamiel, obtenido del corazón del maguey pulquero.
De color blanquecino y de textura babosa, es apreciado desde la época de los aztecas, quienes lo llamaban iztac octli (licor blanco). Es considerado un antecesor mexicano de la popular cerveza europea.
Aunque se dice que proviene de Jalisco u otros lugares, se ha verificado que es oaxaqueño. Es preparado con agua, cáscaras y trozos de piña madura con conos de piloncillo, en barriles de madera cubiertos con manta de cielo.
Es de las bebidas de mayor consumo en México y su raíz proviene de tepiatl (bebida de maíz), ya que originalmente se hacía con este cereal.
Bebida espesa y marrón que tiene su origen en Jalisco, Nayarit y Chihuahua. Es preparada con la levadura que produce el maíz fermentado y molido, y con piloncillo. Se puede hacer con caña de maíz o se le agregan piñas de agave.
Los tradicionales llevan hielo picado y sal. En Guadalajara se condimenta con nieve, jugo de limón y sal. Es común en las reuniones de los rarámuri, quienes lo sirven en jícaras.
Editor: Estefani Nava Información: Ángel Rivas